lunes, 17 de abril de 2017

Herpes Zóster

El herpes zóster es una enfermedad producida por una reactivación del virus latente de la varicela-zóster, que afecta a los nervios periféricos (neuropatía gangliorradicular) y a la piel, donde puede producir pequeñas ampollas dolorosas en forma de anillo agrupadas a lo largo de un dermatoma.

Coloquialmente, es más conocido como culebrilla, culebrina o culebrón. En algunas zonas del Mediterráneo, como España, Italia y Malta, también se le denomina «fuego de San Antonio».

El herpes zóster puede presentar diferentes complicaciones según los nervios afectados, sobre todo en individuos inmunodeprimidos, entre los que cabe destacar parálisis motora o facial temporal, insuficiencia respiratoria e infecciones bacterianas secundarias.

La principal secuela que puede aparecer tras la desaparición de los signos cutáneos es la neuralgia posherpética (NPH), que consiste en una sensación dolorosa crónica en el dermatoma afectado y que puede durar desde varias semanas hasta aproximadamente un año.

Es una patología universal, más común entre personas con edades avanzadas o con alteraciones de su sistema inmune. Se trata de una enfermedad de fácil diagnóstico si se desarrollan todos los síntomas, ya que el patrón de distribución de las lesiones es característico.

Además, pueden realizarse diferentes pruebas de laboratorio para confirmar el diagnóstico. El tratamiento es paliativo, basado en analgésicos para controlar el dolor y antivirales para detener la infección. Existe una vacuna preventiva que se está comenzando a administrar en aquellas poblaciones de riesgo.

El herpes zóster es una enfermedad distribuida mundialmente. A diferencia de la varicela, el herpes zóster no presenta estacionalidad. Se calcula que afecta alrededor del 20% de la población, presentando un mayor riesgo las personas caucásicas que las de raza negra.

Puede aparecer a todas las edades, aunque es más común en personas mayores de 50 años. Otros factores de riesgo son el estrés, la exposición a inmunotoxinas y los traumatismos. Aproximadamente, el 4% de los enfermos padecen un segundo episodio de herpes zóster, y en algunos pacientes se han descrito más casos.

La incidencia de esta patología varía en los diferentes grupos de edad. La frecuencia anual del herpes zóster es de 4,8 casos por cada 1000 habitantes y cerca del 75% de los casos ocurren en personas mayores de 50 años.8 La incidencia anual es de 1-3 casos por cada 1000 habitantes en menores de 50 años, mientras que para las personas con edades comprendidas entre los 50 y los 79 años, es de 5-7 casos por cada 1000.

La incidencia se eleva hasta cerca de 11 casos por cada 1000 individuos mayores de 80 años. En niños de corta edad, el herpes zóster es raro. Si durante la gestación la madre ha padecido varicela, puede que haya ocurrido una primoinfectación del feto en el útero y que desarrolle herpes zóster en la lactancia.

En un estudio, se estimó que el 26% de los pacientes que contraen el herpes zóster desarrollan complicaciones. La neuralgia postherpética se presenta en aproximadamente el 20% de los pacientes. Otro estudio llevado a cabo en California en el año 1994, encontró tasas de hospitalización de 2,1 pacientes por cada 100.000 personas al año, llegando a 9,3 por cada 100.000 personas al año para mayores de 60 años.

Un análisis anterior en Connecticut halló una tasa de hospitalización aún mayor, posiblemente debido a la prevalencia del VIH en el primer estudio, o la introducción de los antivirales en California antes de 1994.

El herpes zóster es causado por el virus de la varicela zóster (VVZ). Se trata de un virus de la familia de los herpesvirus (herpesviridae), en concreto clasificado como virus del herpes humano 3 (HHV-3).

Su único reservorio es el ser humano y posee un solo serotipo. Su material genético es ADN bicatenario lineal y no segmentado protegido por una cápside icosaédrica. La replicación del virus ocurre en el núcleo de la célula huésped.

Además tiene peplómeros de superficie densamente distribuidos que intervienen en la invasión celular y una envoltura lipídica que proviene de la propia membrana celular.Los viriones necesitan tener esta envoltura para ser infectivos, lo que explica la labilidad del virus en el ambiente, ya que la envoltura es sensible a los detergentes, al éter etílico, al calor, a los pH extremos y al aire seco.

Por lo tanto, la transmisión debe ser por contacto directo.El VVZ es también el causante de la varicela, enfermedad cutánea clásicamente infantil. Cuando remite la varicela, el organismo no elimina completamente el virus. Éste queda latente en los ganglios sensitivos del paciente, el cual se podrá reactivar cuando exista una inmunodeficiencia en el afectado.

Por ello, el herpes zóster tiene una mayor incidencia en individuos de edad avanzada y en aquellos que tienen alterada su respuesta inmune debido a enfermedades o a estar sometidos a tratamientos inmunosupresores.
Como Curar El Herpes

viernes, 1 de julio de 2016

Mas Sobre El Herpes

El herpes zóster es una enfermedad causada por el virus de la varicela zoster, el mismo que causa la varicela. Después de tener varicela, el virus permanece en el cuerpo. Puede no causar problemas durante muchos años. A medida que envejece, el virus puede reaparecer como herpes zóster. Aunque es más común en personas mayores de 50 años de edad, cualquier persona que haya tenido varicela está en riesgo.

Usted no puede contagiarse con la culebrilla. Sin embargo, si usted tiene una erupción de culebrilla, puede transmitir el virus a alguien que nunca ha tenido varicela. Esto suele ocurrir en niños, quienes podrían contraer la varicela en lugar de herpes zóster. El virus se propaga a través del contacto directo con la erupción, y no puede propagarse por el aire. Los primeros signos de herpes zóster incluyen ardor o dolor punzante y hormigueo o picazón, generalmente en un lado del cuerpo o la cara.

El dolor puede ser leve o severo. Las erupciones o ampollas aparecen entre uno y 14 días después. Si la culebrilla aparece en su cara, puede afectar la vista o el oído. El dolor de la culebrilla puede durar semanas, meses o incluso años después de que las ampollas han sanado. No hay cura para el herpes zóster. El tratamiento temprano con medicamentos que combaten el virus puede ayudar. Estos medicamentos también pueden ayudar a prevenir el persistente dolor.

Una vacuna puede prevenir la culebrilla o disminuir sus efectos. La vacuna se recomienda para las personas de 60 años o más. En algunos casos, los médicos pueden recomendarla a personas de entre 50 a 59 años. Aproximadamente 1 de cada 3 personas en los Estados Unidos presentará culebrilla, también conocida como herpes zóster, en algún momento de su vida. Se estima que en este país se presentan un millón de casos anualmente.

Cualquier persona que se haya recuperado de la varicela puede presentar culebrilla, incluso los niños pueden contraerla. Sin embargo, el riesgo de contraer culebrilla aumenta con la edad. Cerca de la mitad de todos los casos ocurren en hombres y mujeres de 60 años o más. Alrededor de la mitad de todos los casos de culebrilla se presentan en hombres y mujeres de 60 años o más. Algunas personas tienen mayor riesgo de contraer culebrilla.

Esto incluye a quienes: Tienen una afección que no permite que su sistema inmunitario funcione de manera adecuada como ciertos cánceres —tales como leucemia o linfoma— y el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH). Reciben medicamentos inmunodepresores como esteroides y medicamentos que se administran después de un trasplante de órganos. Por lo general, las personas solo tienen culebrilla una vez en la vida. Sin embargo, es posible que una persona la contraiga por segunda y hasta por tercera vez.

Causa La culebrilla es causada por el virus de la varicela zóster (VZV, por sus siglas en inglés), el mismo virus que causa varicela. Después de que una persona se recupera de la varicela, el virus permanece latente (inactivo) en el cuerpo. Por razones que no se conocen del todo, este virus se puede reactivar años más tarde y causar culebrilla. El herpes zóster no es causado por el mismo virus que causa el herpes genital, una enfermedad de transmisión sexual.

La culebrilla es un sarpullido doloroso que se presenta en un lado de la cara o del cuerpo. El sarpullido forma ampollas que generalmente se convierten en costras a los 7 y 10 días, y desaparecen entre 2 y 4 semanas más tarde. Antes de que aparezca el sarpullido, por lo general las personas tienen dolor, picazón o cosquilleo en el área donde se presentará el sarpullido. Esto puede suceder entre 1 y 5 días antes de que se manifieste el sarpullido. el sarpullido se presenta en una hilera sencilla ya sea en la parte izquierda o derecha del cuerpo o en un lado de la cara.

Con más frecuencia, el sarpullido aparece en una hilera sencilla en el lado izquierdo o derecho del cuerpo. Otras veces, el sarpullido se presenta en un lado de la cara. En casos muy poco frecuentes (generalmente, en personas con un sistema inmunitario debilitado), el sarpullido se extiende y tiene una apariencia muy similar al de la varicela. La culebrilla puede afecta los ojos y causar pérdida de la visión.

Otros síntomas de la culebrilla pueden incluir: Fiebre Dolor de cabeza Escalofríos Malestar estomacal ¿Qué es la culebrilla? La culebrilla es la reactivación de una infección viral en los nervios de la piel. Produce dolor, ardor o una sensación de hormigueo, junto con picazón y ampollas en la piel que es suministrada por el nervio afectado. La causa, el virus de la varicela zóster, es el mismo virus que causa la varicela.

Cuando desaparecen las manchas rojas y la picazón de la varicela infantil, el virus permanece en estado latente en las células nerviosas, listo para atacar de nuevo más tarde. Esta segunda erupción del virus de la varicela se conoce como culebrilla o herpes-zóster. No se no puede desarrollar la culebrilla a menos que se haya tenido una exposición previa a la varicela. La culebrilla se produce cuando un factor agravante desconocido hace que el virus se active.

A la mayoría de los adultos que tienen en el cuerpo el virus en estado latente nunca les da culebrilla. ¿Cuáles son los signos y síntomas de la culebrilla? El primer síntoma de la culebrilla suele ser una sensación dolorosa como de ardor u hormigueo, o picazón, generalmente en una distribución parecida a una banda o cinta ancha en un lado del cuerpo, como por ejemplo alrededor de la cintura, el pecho, el estómago o la espalda.

El dolor de la culebrilla puede ser leve o intenso. Algunas personas sienten sobre todo picazón, mientras que otras sienten dolor fuerte al tener contacto hasta con las cosas más suaves como las sábanas o la ropa. Unas pocas pueden manifestar síntomas generales de una infección viral, como fatiga, fiebre y dolor de cabeza. Después de varios días y hasta dos semanas después de que se sienten los primeros síntomas, aparece una erupción cutánea de ampollas llenas de líquido llamadas vesículas.

Estas ampollas son similares a las de la varicela, pero aparecen en grupos en lugar de esparcidas por todo el cuerpo. La cantidad de vesículas varía. Algunas erupciones se juntan y crean una zona que parece una quemadura. Otras personas pueden tener apenas unas pocas lesiones pequeñas dispersas. Generalmente los grupos aparecen en una banda conocida como dermatoma, que contiene nervios que se ramifican de la raíz del nervio afectado por el virus, la misma que sale de la columna vertebral.

La segunda localización más frecuente es a un lado de la cara alrededor de los ojos y en la frente. Sin embargo, la culebrilla puede afectar cualquier parte del cuerpo, incluso los órganos internos. Algunos estudios recientes han demostrado que los casos sutiles de culebrilla, con sólo unas pocas o ninguna ampolla, son más comunes de lo que se pensaba. Estos casos pueden permanecer sin reconocer. Para la mayoría de los jóvenes en buen estado de salud, las erupciones de la culebrilla sanan a las pocas semanas, el dolor y la picazón que acompañan las lesiones desaparecen y las ampollas no dejan cicatrices.

Desafortunadamente, a veces después de la culebrilla aparece el dolor crónico del nervio, conocido como neuralgia postherpética. ¿Qué es el virus de la varicela-zóster y cómo causa la culebrilla? La palabra "varicela" se deriva de "variola", palabra en latín que significa viruela. "Zoster" es la palabra griega para banda o cinta ancha; la culebrilla a menudo produce una banda de ampollas o lesiones alrededor de un lado de la cintura. En español, a menudo también se le llama a la culebrilla por su nombre médico de herpes-zóster.

La palabra "herpes" en latín significa arrastrarse, en otras palabras, moverse arrastrando el cuerpo hacia adelante como lo hacen las culebras o serpientes. El nombre común de la enfermedad es justamente culebrilla ("pequeña serpiente") por el patrón de ampollas y su forma de propagarse como “culebra”. El virus de la varicela zóster pertenece a un grupo o familia de virus conocidos como herpesvirus o Herpesviridae.

Este grupo incluye el virus del herpes simple que causa fuegos, ampollas de fiebre y herpes genital. Al igual que el virus de la varicela zóster, el virus del herpes simple se puede ocultar en el sistema nervioso después de una infección inicial y luego moverse a través de las fibras de las células nerviosas haciendo que se renueve la infección. Los episodios repetidos de fuegos en los labios (herpes labial) son el ejemplo más común. La mayoría de los adultos en los Estados Unidos han tenido varicela.

Aun cuando la varicela haya sido tan leve como para pasar desapercibida, ellos corren el riesgo de desarrollar culebrilla más adelante en el trascurso de la vida. En la exposición original al virus de la varicela zóster (cuando da la varicela), algunas de las partículas del virus se instalan en las células nerviosas (neuronas) de los ganglios sensoriales (un grupo de células nerviosas que conectan la periferia sensorial y el sistema nervioso central).

Allí permanecen durante muchos años en forma inactiva y oculta (latente[6]). Las neuronas en los ganglios sensoriales tienen fibras nerviosas que suministran la piel y transmiten información al cerebro sobre lo que el cuerpo siente: calor, frío, contacto, dolor. Cuando el virus de la varicela zóster se reactiva, se propaga por las largas fibras nerviosas llamadas axones, que se extienden desde los cuerpos celulares sensoriales hasta la piel. A medida que el virus se multiplica, brota la erupción en la piel.

Con la culebrilla, el sistema nervioso se ve más profundamente involucrado de lo que estuvo durante el ataque de varicela y los síntomas a menudo son más complejos y graves. ¿En qué se diferencian la varicela y la culebrilla? Cuando alguien que no ha recibido la vacuna contra la varicela, generalmente un niño, se expone al virus de la varicela zóster, lo normal es que le dé la varicela. Ésta es una enfermedad altamente contagiosa que se puede transmitir por la respiración, así como por el contacto con la erupción en la piel.

La infección comienza en el tracto respiratorio superior, donde el virus se incuba durante 15 días o más. Luego el virus de la varicela zóster se extiende a la corriente sanguínea y de allí va a la piel, donde da lugar a la conocida erupción de la varicela. La culebrilla, en cambio, no se puede contagiar de una persona a otra persona. Para que a alguien le dé culebrilla, debe haber estado expuesto anteriormente a la varicela y albergar el virus en su sistema nervioso.

Al reactivarse el virus, viaja por los nervios a la piel, donde causa la dolorosa erupción de la culebrilla. En la culebrilla, el virus normalmente no se propaga a la corriente sanguínea ni a los pulmones, por lo que no se esparce por el aire. Sin embargo, como la culebrilla contiene partículas de virus activos, una persona con culebrilla puede transmitir el virus a otra persona que nunca haya tenido varicela o que no se haya vacunado.

En este caso, a esa persona le dará varicela y no culebrilla. La persona debe entrar en contacto directo con las llagas abiertas de la erupción en la piel de la culebrilla. El simple hecho de estar en la misma habitación con alguien que tiene culebrilla no causará varicela. Por lo general, los niños que desarrollan varicela se recuperan por completo; sin embargo, los adultos que desarrollan varicela pueden enfermarse gravemente.

De igual manera, una persona con varicela no puede pasarle la culebrilla a otra persona, pero puede transmitir el virus a alguien que nunca ha tenido varicela. ¿Quién corre riesgo de desarrollar culebrilla? Cualquier persona que haya tenido varicela corre el riesgo de que le dé culebrilla. Alrededor del 25 por ciento de todos los adultos, en su mayoría sanos, desarrollarán culebrilla durante el transcurso de su vida, por lo general después de los 50 años de edad.

La incidencia aumenta con la edad de manera que la probabilidad de que se presente la culebrilla es 10 veces más en los adultos mayores de 60 años que en los niños menores de 10 años de edad. Las personas con sistemas inmunes comprometidos, una consecuencia natural del envejecimiento o del uso de medicamentos inmunodepresores como la prednisona, corren un mayor riesgo de que les dé culebrilla.

Los medicamentos inmunodepresores se usan para tratar enfermedades graves como el cáncer, para tratamientos de quimioterapia o radioterapia o para tratar la infección por VIH. Algunas personas también pueden volver a tener erupciones en la piel. Otras personas, especialmente aquellas con un sistema inmunitario afectado significativamente debido a los medicamentos y las enfermedades, pueden tener un caso de culebrilla que se propague por todo el cuerpo.

Los niños que tuvieron varicela en la infancia, o cuyas madres tuvieron varicela al final del embarazo (de 5 a 21 días antes del parto), corren un mayor riesgo de desarrollar culebrilla pediátrica. A veces, estos niños nacen con varicela o desarrollan un caso típico a los pocos días de nacidos (para más información vea la sección titulada "¿Puede perjudicar al bebé la infección por virus de la varicela zóster ¡durante el embarazo o el parto?"

A la mayoría de las personas que les da culebrilla les da una sola vez, pero es posible que el brote vuelva a aparecer. ¿Cuál es el tratamiento para la culebrilla? Actualmente no existe una cura para la culebrilla pero los ataques pueden ser menos graves y más cortos con el uso de medicamentos antivirales de receta médica, como el aciclovir, valaciclovir o famciclovir, tan pronto como sea posible después del inicio de los síntomas.

El tratamiento temprano puede reducir o prevenir el dolor fuerte y ayudar a secar más rápido las ampollas. Los medicamentos antivirales pueden reducir a la mitad el riesgo de quedar con neuralgia postherpética, que es el dolor crónico que puede durar meses o años después de que desaparecen las erupciones de la culebrilla. Los médicos recomiendan comenzar los medicamentos antivirales al primer signo de la erupción de la culebrilla, o si hay síntomas característicos que indican que está a punto de salir la erupción.

Otros tratamientos para considerar son los corticoesteroides antiinflamatorios como la prednisona. Estos se utilizan habitualmente cuando el ojo u otros nervios faciales se ven afectados. La mayoría de las personas con culebrilla pueden recibir tratamiento en la casa. Las personas con culebrilla también deben tratar de relajarse y reducir el estrés (el estrés puede empeorar el dolor y causar depresión), tener una alimentación bien balanceada y comer con regularidad, hacer ejercicios suaves, como caminar o hacer estiramientos que les permitan mantenerse activas, y dejar de pensar en el dolor (pero primero deben consultar con el médico).

Colocar un paño frío y húmedo en las ampollas (pero no cuando se haya puesto una crema tópica o parche), puede ayudar a secar las ampollas más rápido y aliviar el dolor. Mantener el área limpia puede ayudar a evitar una infección bacteriana secundaria. ¿Se puede prevenir la culebrilla? Vacuna contra la culebrilla En mayo del 2006, la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) de los Estados Unidos aprobó una vacuna contra el virus de la varicela zóster (Zostavax) para su uso en personas de 60 años o más que han tenido varicela.

En marzo del 2011, la FDA extendió la aprobación para incluir a los adultos entre 50 y 59 años de edad. El estudiopara la prevención de la culebrilla (Shingles Prevention Study), una colaboración entre el Departamento de Asuntos de Veteranos, el Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas (NIAID, por sus siglas en inglés) y Merck & Co., Inc. involucró a más de 38.000 veteranos mayores de 60 años de edad. El objetivo era averiguar cuán inocua o segura es la vacuna y si puede prevenir la culebrilla.

La mitad de los participantes del estudio recibieron la vacuna contra la culebrilla y la otra mitad recibió una vacuna inactiva parecida (una vacuna placebo). Ni los voluntarios ni los investigadores supieron si un sujeto en particular había recibido la vacuna activa o el placebo sino hasta después de que se terminó el estudio (lo que se conoce como un estudio doble ciego). Durante más de 3 años de seguimiento, la vacuna redujo los casos de culebrilla en un 51 por ciento,

En el grupo del placebo se presentaron 642 casos de culebrilla en comparación con sólo 315 casos en el grupo vacunado. Además, entre las personas que recibieron la vacuna activa y a pesar de eso les dio culebrilla, la gravedad y las molestias se redujeron en un 61 por ciento. En comparación con el placebo, la vacuna también disminuyó en dos tercios el número de casos de dolor a largo plazo de los nervios (llamado neuralgia postherpética).

La vacuna contra la culebrilla es una terapia preventiva y no un tratamiento para aquellos que ya tienen culebrilla o neuralgia postherpética. Vacuna contra la varicela La vacuna contra la varicela salió al mercado en los Estados Unidos en 1995. Las inmunizaciones con la vacuna de la varicela, ahora recomendadas en los Estados Unidos para todos los niños de entre los 18 meses de edad y la adolescencia, pueden proteger a las personas contra la varicela.

Es probable que las personas que han recibido la vacuna contra la varicela sean menos propensas a desarrollar culebrilla. Esto se debe a que la cepa débil o “atenuada” del virus que se usa en la vacuna contra la varicela tiene menos probabilidad de sobrevivir por décadas en el cuerpo. ¿Qué es la neuralgia postherpética? A veces, sobre todo en las personas mayores, el dolor de la culebrilla permanece por largo tiempo después de que la erupción ha sanado.

Esto es la neuralgia postherpética, que se define como el dolor que dura tres meses después de la aparición de la erupción. El dolor puede ser leve o grave; los casos más graves pueden causar insomnio, pérdida de peso, depresión y discapacidad. Puede haber otras sensaciones, tales como hormigueo, sensación de frío o pérdida de sensibilidad. Alrededor del 20 por ciento de las personas de 70 años o mayores que desarrollan culebrilla pueden tener dolor de larga duración.

La neuralgia postherpética no es directamente una amenaza para la vida y podría mejorar con el tiempo. Cerca de una docena de medicamentos en cuatro categorías han demostrado en ensayos clínicos que proporcionan algún alivio del dolor para la neuralgia postherpética. Estos incluyen: Antidepresivos tricíclicos: Los antidepresivos tricíclicos a menudo son el primer tipo de medicamento que se administra a las personas que sufren de neuralgia postherpética.

El antidepresivo tricíclico amitriptilina se prescribía comúnmente en el pasado pero, aunque es eficaz, tiene una tasa alta de efectos secundarios. La desipramina y lanortriptilina tienen menos efectos secundarios y son, por lo tanto, mejores opciones para los adultos mayores, el grupo más propenso a sufrir de neuralgia postherpética. Los efectos secundarios comunes de los antidepresivos tricíclicos incluyen resequedad de los ojos y la boca, estreñimiento y problemas de memoria.

Las personas con arritmias cardíacas (latidos cardíacos irregulares), previos ataques cardíacos o glaucoma de ángulo estrecho por lo general deben usar una clase diferente de medicamentos. Anticonvulsivos: Algunos medicamentos diseñados para reducir las convulsiones también pueden tratar la neuralgia postherpética porque tanto las convulsiones como el dolor involucran un incremento anormal de la activación de las células nerviosas.

El anticonvulsivo gabapentina es el que se receta con más frecuencia. La carbamazepina es eficaz para la neuralgia postherpética, pero tiene efectos secundarios algo comunes, que incluyen somnolencia o confusión, mareos y a veces hinchazón del tobillo. Algunos estudios pequeños han mostrado efectos positivos utilizando el divalproex sódico para tratar la neuralgia postherpética. Opioides: Los opioides son analgésicos fuertes que se utilizan para todo tipo de dolor.

Incluyen la oxicodona, la morfina, el tramadol y la metadona. Los opioides pueden tener efectos secundarios, que incluyen somnolencia, aturdimiento mental y estreñimiento, y pueden causar adicción. Por lo tanto, su uso debe ser supervisado cuidadosamente en aquellas personas con antecedentes de adicción. Anestésicos tópicos locales: Los anestésicos locales son eficaces cuando se aplican directamente en la piel de la zona dolorosa afectada por la neuralgia postherpética.

La lidocaína, el analgésico tópico que se receta más comúnmente, está disponible en forma de crema, gel o spray. También está disponible en forma de parche que ha sido aprobado por la FDA para su uso específico en la neuralgia postherpética. Con los anestésicos tópicos locales, el medicamento permanece en la piel y, por lo tanto, no causa problemas como somnolencia o estreñimiento. La crema de capsaicina puede ser algo eficaz y está disponible sin receta médica, pero la mayoría de las personas sienten que les causa un ardor intenso durante la aplicación.

Se ha informado que un enfoque alternativo, en que se usa un parche de capsaicina de alta concentración, es eficaz. Picazón postherpética La picazón que algunas veces se presenta durante o después de la culebrilla puede ser muy fuerte y dolorosa. La experiencia clínica indica que la picazón postherpética es aún más difícil de tratar que la neuralgia postherpética. Los anestésicos tópicos locales (que adormecen la piel) les proporciona un alivio sustancial a algunas personas.

Dado que la picazón postherpética generalmente aparece en la piel que ha sufrido pérdida sensorial grave, es especialmente importante evitar rascarla. El rascar la piel adormecida por largo tiempo o muy duro puede causar una lesión. ¿Cuáles son otras complicaciones de la culebrilla? Las complicaciones de la culebrilla son más frecuentes en personas con lesiones en o alrededor de los ojos, la frente y la nariz (culebrilla oftálmica), o alrededor de la oreja y en la cara (herpes zóster ótico o síndrome de Ramsay-Hunt).

Las personas con culebrilla en o cerca de los ojos deben ir a consulta con un oftalmólogo de inmediato, ya que pueden sufrir infecciones oculares dolorosas y, en algunos casos, la pérdida temporal o permanente de la visión. Los síntomas pueden incluir enrojecimiento e inflamación que involucra sólo la parte blanca del ojo (esclerótica), la parte frontal transparente del ojo (córnea) o las partes internas del ojo. Si la córnea está involucrada, es importante el tratamiento para evitar cicatrices permanentes y evitar la pérdida de visión permanente.

La enfermedad puede causar daño o la muerte de las células nerviosas que reaccionan a la luz (lo que se conoce como necrosis retiniana aguda). Las infecciones por la culebrilla dentro o cerca del oído pueden causar problemas de audición o del equilibrio, así como debilidad de los músculos del lado afectado de la cara. Estos problemas pueden ser de larga duración o permanentes. En casos raros, la culebrilla puede propagarse al cerebro o la médula espinal y causar complicaciones graves, como accidentes cerebrovasculares o meningitis (una infección de las membranas fuera del cerebro y la médula espinal).

El virus de la varicela zóster también puede involucrar los vasos sanguíneos o provocar una reacción inmunitaria que irrita la superficie de los vasos sanguíneos (vasculopatía). Las personas con culebrilla corren un riesgo ligeramente mayor de sufrir un accidente cerebrovascular, sobre todo en las primeras semanas después de que aparecen las vesículas, aunque el riesgo dura varios meses. El mayor riesgo de un accidente cerebrovascular es para las personas con zoster oftálmico, quizás hasta de un cinco por ciento.

Las personas con culebrilla deben buscar evaluación médica inmediata si notan síntomas neurológicos fuera de la región del ataque primario de la culebrilla (es decir, el área donde primero apareció la erupción). Las personas con inmunodepresión, ya sea por enfermedades como el VIH o los medicamentos, corren un mayor riesgo de sufrir complicaciones graves por la culebrilla. Pueden desarrollar culebrilla que se propaga a otras partes del cuerpo o erupciones por la culebrilla que persisten por largos periodos de tiempo o reaparecen frecuentemente.

A muchas de estas personas les ayuda tomar medicamentos antivirales en forma continua. Las personas que toman medicamentos inmunodepresores que tienen enfermedades como el VIH o leucemia, deben acudir al médico de inmediato para recibir tratamiento y evitar posibles complicaciones graves. ¿Puede perjudicar al bebé la infección por el virus de la varicela zóster durante el embarazo o el parto? Algunas infecciones pueden transmitirse a través de la corriente sanguínea de la madre al feto o el bebé las puede adquirir durante el parto.

La varicela durante el embarazo representa cierto riesgo para el feto, dependiendo de la etapa del embarazo. Durante las primeras 30 semanas, es posible que la varicela materna pueda causar malformaciones congénitas (aunque estos casos son poco frecuentes). La mayoría de los expertos coinciden en que es aún menos probable que en una mujer embarazada la culebrilla cause daño al bebé que está por nacer.

Si una mujer embarazada contrae varicela entre 21 y 5 días antes del parto, el recién nacido puede tener varicela al nacer o desarrollarla a los pocos días. Sin embargo, el lapso de tiempo entre el inicio de la enfermedad de la madre y el nacimiento del bebé generalmente permite que el sistema inmunitario de la madre reaccione y produzca anticuerpos para combatir el virus. Estos anticuerpos pueden transmitirse al feto y por lo tanto ayudan a combatir la infección.

Sin embargo, un pequeño porcentaje de los bebés expuestos a la varicela entre 21 y 5 días antes del nacimiento desarrollan culebrilla en los primeros 5 años de vida, porque su sistema inmunitario aún no es completamente funcional y no puede mantener latente al virus. Si la madre contrae varicela en el parto, el recién nacido tendrá poca capacidad para combatir el ataque debido a que su sistema inmunitario está inmaduro. Si como resultado el bebé desarrolla varicela, ésta puede ser mortal.

Para disminuir la gravedad de la varicela, se le da inmunoglobulina zóster, una preparación hecha con sangre rica en anticuerpos de adultos que se han recuperado recientemente de la varicela o de la culebrilla. ¿Qué investigaciones se están llevando a cabo? La misión del National Institute of Neurological Disorders and Stroke (NINDS) es obtener conocimientos fundamentales sobre el cerebro y el sistema nervioso y utilizar ese conocimiento para reducir la carga de las enfermedades neurológicas.

El NINDS es un componente de los Institutos Nacionales de la Salud, el principal patrocinador de la investigación biomédica en el mundo. El NINDS patrocina y lleva a cabo investigaciones sobre una amplia gama de trastornos neurológicos, como la culebrilla, para entender sus causas y desarrollar y mejorar maneras de diagnosticarlos, tratarlos y prevenirlos. La investigación médica sobre la culebrilla tiene dos objetivos principales.

El primero es desarrollar medicamentos para combatir la enfermedad y para prevenir o tratar sus complicaciones. El segundo es entender la enfermedad lo suficientemente bien como para prevenirla, especialmente en las personas con alto riesgo. Para alcanzar estos objetivos, los científicos necesitan aprender mucho más acerca del virus de la varicela zóster y sus efectos, incluso la forma en que se hace latente en las células nerviosas (neuronas), qué lo induce a activarse de nuevo y cómo dicha reactivación puede causar neuralgia postherpética y otras complicaciones.

Por ejemplo, el NINDS apoya las investigaciones sobre la interacción entre las proteínas virales y los mecanismos de defensa del virus en las neuronas para entender por qué el virus de la varicela zóster se vuelve latente sólo en las neuronas y no en otros tipos de células. Otros estudios se centran en cómo el virus de la varicela zóster viaja a través de las fibras nerviosas sensoriales, o axones, cómo esto desempeña un papel en la latencia y reactivación viral.

Los científicos también esperan identificar los mecanismos moleculares que regulan la expresión de los genes virales latentes, que pueden llevar a la terapia dirigida para prevenir la reactivación. Las investigaciones sobre la neuralgia postherpética incluyen estudios de la enfermedad en modelos animales, para entender mejor los cambios celulares que causan dolor persistente. Estos cambios pueden representar objetivos futuros como mejores vacunas, nuevos medicamentos o incluso la terapia genética.

¿Cómo puedo conocer acerca de las investigaciones clínicas o participar en ellas? Los ensayos clínicos son estudios de investigación en seres humanos diseñados para responder a preguntas específicas sobre vacunas o nuevas terapias, para probar nuevas formas de utilizar tratamientos conocidos, o para saber más acerca de un trastorno. Los estudios y ensayos clínicos relacionados con el virus zóster y la neuralgia postherpética pueden llevar a un mejor entendimiento de la culebrilla y a identificar posibles tratamientos.

Se necesitan tanto personas sanas como personas con trastornos para avanzar en la comprensión de las enfermedades y cómo tratarlas. Para obtener más información sobre los ensayos clínicos y cómo usted puede participar en un estudio, visite: ClinicalTrials.gov (www.clinicaltrials.gov), que ofrece información sobre los estudios clínicos actuales y completados apoyados por el gobierno federal y el sector privado para una amplia gama de enfermedades y afecciones, incluyendo la culebrilla.

NIH Clinical Research Trials and You (www.clinicaltrials.gov), que ofrece información sobre los ensayos clínicos, indica por qué son importantes y cómo participar, e incluye enlaces para buscar un estudio o para inscribirse en un registro que le ayudará a buscar estudios de su interés.

domingo, 4 de octubre de 2015

Como Curar El Herpes

Como Curar El Herpes El herpes simple es una enfermedad infecciosa inflamatoria de tipo vírico, que se caracteriza por la aparición de lesiones cutáneas formadas por pequeñas vesículas agrupadas en racimo y rodeadas de un halo rojo.

Es causada por el virus herpes simplex, o virus herpes hominis, de tipo I (VHS-1) que afecta cara, labios, boca y parte superior del cuerpo, y de tipo II (VHS-2) que se presenta más frecuentemente en genitales y parte inferior del cuerpo.

Actualmente no existe cura definitiva para el herpes. Sin embargo hay varias formas de tratamiento disponibles para reducir los síntomas y acelerar el proceso de curación de las lesiones, tras el cual el virus persistirá de forma latente en el organismo hasta la reaparición del siguiente episodio activo.

Los tipos de herpes simple han de distinguirse del herpes zóster que es una entidad nosológica totalmente distinta. El virus del herpes simple puede encontrarse en las úlceras causadas y ser liberados por las mismas, pero entre brote y brote los virus también pueden ser liberados por la piel que no parece afectada o que no tiene ulceraciones.

Por lo general, una persona sólo puede infectarse con el VHS-II durante la relación sexual con alguien que tenga la infección por VHS-II genital. La transmisión puede darse a partir de una pareja sexual infectada que no tiene una úlcera visible y que no sepa que está infectada.

El tipo I sólo es responsable, aproximadamente, del 5 al 10% de los herpes genitales, aunque ambos virus pueden ser transmitidos por contacto sexual. La infección inicial de herpes oral ocurre normalmente en la niñez y no está clasificada como una enfermedad de transmisión sexual. 

El 80% de la población adulta es candidata a portar el VHS-1 y puede haberlo adquirido de una forma no sexual. Es una infección que se manifiesta después de grandes lapsos después del contagio, de hasta 15 años después de contraer del virus. El virus del herpes simple contiene varias cepas de virus de la familia de los herpesvirus que pueden causar varias infecciones en seres humanos.

Las más comunes son las causantes del herpes labial, y del herpes genital, causados por los virus herpes simple tipo 1 (HSV-1) y el virus herpes simple tipo 2(HSV-2) respectivamente, asociado a infecciones de la boca, labios y cara y otras enfermedades más graves como la meningoencefalitis. El herpes simple es una de las causas más frecuentes de ceguera corneal en países desarrollados.

De hecho se sabe que ambos virus pueden causar ambos tipos de lesiones, las cuales no tienen cura. El virus del herpes simple es un agente infeccioso común de piel, genitales y la mucosa oral y faringea en humanos. Puede causar úlceras corneales y queratitis.
Como Curar El Herpes

Ocasionalmente, en eventos de inmunosupresión terapéutica, cancer, alcoholismo, grandes quemaduras, entre otros, puede causar infecciones más peligrosas como neumonía.

La infección con herpes simple por lo general ocurre por reactivación del virus endógeno del nervio vago o trigémino del hospedador. El virus hace contacto con células de la piel por intermedio de receptores y ligandos específicos, tal como las células parabasales e intermedias genitales de la vagina y cervix causando inflamación localizada.

La inflamación se caracteriza histológicamente por células gigantes y multinucleadas, notable degeneración por englobamiento y edema y presencia de inclusiones eosinofílicas intranucleares denominadas Cowdry tipo A. Por ser un virus citolítico, las células infectadas son destruidas produciendo como resultado pústulas y costras en la mucosa infectada. El virus tiene la capacidad de migrar a los ganglios de las raíces dorsales y posteriores pudiendo causar latencia.

miércoles, 15 de julio de 2015

Herpes Genital


El herpes genital es una infección de transmisión sexual (ITS), causada por el virus del herpes simple (VHS). Este artículo se enfoca en la infección por el VHS tipo 2 (VHS-2). Causas El herpes genital afecta la piel o las membranas mucosas de los genitales.

El virus se disemina de una persona a otra durante el contacto sexual. Hay dos tipos de VHS: El VHS-1 generalmente afecta la boca y los labios y causa herpes labial (aftas) o herpes febril. Sin embargo, se puede transmitir de la boca a los genitales durante el sexo oral. El VHS-2 casi siempre causa el herpes genital y se puede transmitir a través de secreciones (líquidos) orales o genitales.

Usted se puede infectar de herpes si su piel, vagina, pene o boca entran en contacto con alguien que ya tiene herpes. Tendrá más probabilidades de contraer herpes si toca la piel de alguien que tenga ampollas, una erupción o úlceras asociadas al herpes. Sin embargo, el virus se puede diseminar incluso cuando no hay ninguna úlcera ni otros síntomas presentes.

En algunos casos, es posible que usted no sepa que está infectado. Las infecciones genitales por el VHS-2 son más comunes en las mujeres que en los hombres. Síntomas Muchas personas con herpes genital nunca presentan úlceras o tienen síntomas muy leves que ni siquiera notan o que confunden con picaduras de insectos u otra afección cutánea.

 En los casos en los que se presenten signos y síntomas durante el primer brote, éstos pueden ser graves. El primer brote generalmente sucede al cabo de dos días a dos semanas de resultar infectado. Los síntomas generales incluyen: Inapetencia Fiebre Indisposición general (malestar) Dolores musculares en la espalda baja, los glúteos, los muslos o las rodillas Ganglios linfáticos inflamados y sensibles en la ingle durante un brote.

Los síntomas genitales incluyen la aparición de ampollas pequeñas y dolorosas, llenas de un líquido claro o color paja. Generalmente se encuentran en las siguientes áreas: En las mujeres: las ampollas pueden estar en los labios vaginales externos, la vagina, el cuello uterino, alrededor del ano y en los muslos o en los glúteos.

En los hombres: Pueden estar en el pene, el escroto, alrededor del ano, en los muslos o en los glúteos. En ambos sexos: las ampollas pueden estar en la lengua, la boca, los ojos, las encías, los labios, los dedos de la mano y otras partes del cuerpo. Antes de que las ampollas aparezcan, puede haber hormigueo, ardor, comezón o dolor en el sitio donde las ampollas van a aparecer.

Cuando las ampollas se rompen, dejan úlceras superficiales que son muy dolorosas, las cuales finalmente forman costras y sanan lentamente durante 7 a 14 días o más. Otros síntomas pueden ser: Dolor al orinar. Las mujeres pueden tener flujo vaginal o pueden ser incapaces de vaciar la vejiga y requerir una sonda vesical.

Un segundo brote puede aparecer semanas o meses más tarde. Por lo regular, es menos intenso y desaparece más rápidamente que el primer brote. Con el tiempo, la cantidad de brotes puede disminuir. Pruebas y exámenes Se pueden hacer exámenes en las úlceras o ampollas cutáneas para diagnosticar el herpes.

Estos exámenes casi siempre se realizan cuando alguien tiene un primer brote o cuando una mujer embarazada presenta síntomas de herpes genital. Los exámenes incluyen: El cultivo del líquido de una ampolla o úlcera abierta. Esta prueba puede dar un resultado positivo para el virus del herpes simple.

Ésta es más útil durante el primer brote. Reacción en cadena de la polimerasa (RCP), realizada en el líquido de una ampolla. Este es el examen más preciso para determinar si el virus del herpes está presente en la ampolla. Los exámenes de sangre en los que se analizan niveles de anticuerpos contra el virus del herpes pueden identificar si una persona está infectada con este virus, incluso entre brotes.

Un resultado positivo en una persona que nunca ha tenido un brote indicaría una exposición al virus en algún punto del pasado. Tratamiento El herpes genital no se puede curar. Se pueden recetar antivirales (como aciclovir o valaciclovir): Ayudan a aliviar el dolor y la molestia durante un brote al sanar las úlceras más rápidamente.

Estos fármacos parecen funcionar mejor durante un primer ataque más que en los brotes posteriores. En caso de brotes repetitivos, el medicamento se debe tomar tan pronto como el hormigueo, el ardor o la picazón comiencen o tan pronto como aparezcan las ampollas. Las personas que tienen muchos brotes pueden tomar estos medicamentos diariamente durante un tiempo.

Esto puede ayudar a prevenir brotes o a acortar su duración. También puede reducir la probabilidad de transmitirle el herpes a alguien más. Las mujeres embarazadas se pueden tratar para el herpes durante el último mes del embarazo para reducir la probabilidad de tener un brote en el momento del parto. Si hay un brote alrededor del momento del parto, se recomendará una cesárea para reducir la probabilidad de infectar al bebé.

Los efectos secundarios son poco comunes durante tratamiento con aciclovir y valaciclovir. Siga las indicaciones del médico sobre cómo cuidar los síntomas de herpes en casa. Grupos de apoyo El estrés causado por la enfermedad se puede aliviar uniéndose a un grupo de apoyo para el herpes. El hecho de compartir con otras personas que tengan experiencias y problemas en común puede ayudarle a no sentirse solo.

Expectativas (pronóstico) Una vez que usted resulta infectado, el virus permanece en su cuerpo por el resto de su vida. Algunas personas nunca sufren otro episodio, mientras que otras tienen brotes frecuentes que se pueden desencadenar por fatiga, enfermedad, menstruación o estrés. Posibles complicaciones Las mujeres embarazadas que tienen una infección por herpes activa cuando dan a luz pueden transmitirle la infección a su bebé.

El herpes puede ser grave y potencialmente mortal para los bebés recién nacidos. Es importante que su médico sepa si usted tiene úlceras por herpes o si ha tenido brotes. Esto permitirá que se tomen medidas para evitar que transmita la infección al bebé. El virus se puede propagar a otras partes del cuerpo, incluso el cerebro, los ojos, el esófago, el hígado, la médula espinal o los pulmones.

Estas complicaciones se presentan con frecuencia en personas que tienen un sistema inmunitario debilitado, debido a VIH o ciertos medicamentos. Cuándo contactar a un profesional medico Consulte con el médico si tiene cualquier síntoma de herpes genital o si presenta fiebre, dolor de cabeza, vómitos u otros síntomas durante o después de un brote de herpes.

Prevención Si usted tiene herpes genital, debe comentarle a su pareja que padece la enfermedad, incluso si no tiene síntomas. Los condones son la mejor forma de protegerse contra el contagio del herpes genital durante la actividad sexual. El uso correcto y continuo del condón ayuda a evitar la propagación de la enfermedad.

Sólo los condones de látex previenen la infección. Los condones de membranas animales (piel de oveja) no funcionan debido a que el virus los puede penetrar. El uso del condón femenino también reduce el riesgo de transmisión del herpes genital. Si bien es muy poco probable, se puede contraer herpes genital aun con el uso del condón. Nombres alternativos Herpes en los genitales; Herpes simple genital; Herpesvirus 2; VHS-2

domingo, 8 de marzo de 2015

El Herpesvirus

El herpesvirus debe su nombre al término griego herpein (ἕρπειν), reptar o arrastrar, haciendo alusión a la facultad de estos agentes infecciosos microscópicos de ser fácilmente contagiados y transmitidos de una persona a la otra y de recurrencia crónica. La familia Herpesviridae se divide en tres subfamilias.

La subfamilia Alfaherpesvirinae, contiene los Herpesvirus humanos 1, 2 y 3, los cuales corresponden al Herpes virus simplex 1, Herpes virus simplex 2 y Varicela zoster. La subfamilia Gammaherpesvirinae contiene los herpes virus humanos 4 y 8, que corresponden a Epstein-Barr y Sarcoma de Kaposi. La subfamilia Betaherpesvirinae contiene a los herpes virus humanos 5, 6 y 7, que corresponden a Citomegalovirus,

Virus linfotrofico y VHH-7.1 Aunque el mecanismo de infección es el mismo en todos los tipos de Herpes virus, algunos difieren en la estructura de las proteínas que se encuentran en el tagumento, las cuales son necesarias para la replicación del genoma vírico.2

  Estructura 

 Los miembros de la familia Herpesviridae son muy similares, ya que comparten la organización del genoma, la estrategia de replicación, la diseminación intracelular en presencia de anticuerpos antivirales y la sinapsis inmunitaria de la célula huésped para controlar la infección. El diámetro de este virus es de 150 a 200 nm. De afuera hacia dentro, el virus posee una membrana de glicoproteínas (gB, gC, gD y gH) las cuales se unen a los receptores de la célula huésped para mediar la fusión de ambas membranas.

Después, entre la membrana del virus y la cápside, se encuentra un espacio denominado tagumento, en el cual hay enzimas víricas.(véase Figura 1). Finalmente, se encuentra una cápside con simetría icosaédrica formada por 162 capsómeros, la cual guarda de 120 a 230 kpb. Este numero de pb da lugar al ADN vírico lineal, de doble cadena.

  Mecanismo Molecular de Infección 

 Primero, las glicoproteínas (gC, gB, gD o gH) de la membrana vírica se unen a receptores de heparan sulfato y a co-repecetores como (HVEM) que median la entrada de HSV. En éste momento las membranas se fusionan y se libera la cápside junto con las enzimas del tragumento en el citoplasma hospedero, después la cápside es transportada por los microtubos mediante el uso de quinesinas de la célula hospedera hasta el núcleo de ésta misma.

 Posteriormente se rompe la cápside y se libera el ADN vírico, el cual entra al núcleo celular a través de los poros nucleares. Una vez que haya entrado al núcleo el ADN vírico pasa de ser lineal a circular. El genoma vírico va acompañado de la proteína Alfa-TIF (Factor alfa de la traducción), el cual controla la expresión de las proteínas Alfa o temprano-inmediato. Se generarán tres tipos de ARNm (α, β y γ).

Primero se procesa el ARNα (temprano-inmediato) que da lugar a proteínas α o reguladoras. Después, se inicia la transcripción de ARNβ (temprano), que se traduce en proteínas β, encargadas de realizar la replicación de ADN vírico una vez que silenciada la expresión del ARNα.Finalmente, se inicia la transcripción de ARNγ que se expresan a proteínas γ o estructurales, que dan lugar a las cápsides inmaduras. Transcripción temprana- inmediata.

Primero, la proteína Alfa-TIF se une a OCT1, ambos a su vez se unen a la secuencia 5´TAATGARAT 3´ río-arriba. Después, se forma el complejo pre-iniciación que está conformado por la caja TATA y otros factores de transcripción como: Sp1, TBC, CTF y CTB. El ADN se transcribe gracias a la acción de la ARN pol II, la cual genera ARNα, el cual se transcribirá a proteínas alfa. Transcripción temprana.

Requiere la acción de las proteínas alfa, las cuales son activadoras de la transcripción mediante la unión e interacción con múltiples sitios en el genoma, lo cual facilita el montaje de complejos de iniciación, para activa la transcripción del gen que codifica para las proteínas Beta. Las proteínas beta incluyen las enzimas que se requieren para la replicación del genoma viral: una ADN polimerasa, una proteína de unión a ADN de una sola hebra, una helicasa-primasa, y un conjunto de enzimas que participan en la reparación del ADN reparar y en el metabolismo de desoxinucleótido.

Los homólogos de estas proteínas se encuentran en prácticamente todos los Herpes virus. Transcripción tardía. La síntesis de ADN viral comienza poco después de la aparición de las proteínas beta y la expresión génica viral termina con la aparición de las proteínas estructurales gamma. Una vez formada la cápside, por exocitosis sale del núcleo y se dirige al retículo endoplásmico rugoso y al aparato de golgi, donde obtiene las glicoproteínas de la membrana. 

Finalmente, mediante exocitosis el virus sale al citoplasma y de ahí pueden atravesar directamente la membrana citoplasmática sin causar daños aparentes. Por lo que una célula infectada puede trabajar para estos virus durante mucho tiempo. No obstante, algunos virus miembros de esta familia pueden liberarse por citólisis.


Latencia  

A raíz de una infección inicial en las células epiteliales, el virus se disemina por transporte retrogrado a las neuronas de los ganglios sensoriales, donde se convierte en latente. En una neurona con infección latente, las proteínas específicas del virus no se producen y, como resultado, el sistema inmune del hospedero no identifica la presencia del virus y no se dirige a la neurona con infección latente para lisarla.

 El causante de la latencia es un intrón de 2 kpb que se empalma en el transcrito primario, éste intrón es estable en el núcleo de la neurona con infección latente y persiste en forma circular, sin embargo, este intrón estable no se requiere para activación de la infección sino una región de alrededor de 350 bases en el extremo 5´ del empalmado.

El virus reactivado luego viaja por el axón sensorial donde se establece una infección en el epitelio de la piel. La reactivación viral puede ser provocada por una variedad de estímulos estresantes o relacionados con el estrés, como el calor, la luz UV, fiebre, cambios hormonales, la menstruación y el trauma físico a la neurona. No se sabe si el evento de reactivación implica la muerte de una o unas pocas neuronas, pero la mayoría evidencia sugiere que la frecuencia de la reactivación disminuye con el tiempo

  Tipos de Virus Herpes 

Se conocen ocho tipos de virus de la familia herpesviridae que producen enfermedades en humanos. 

VHH-1: Es el principal causante de la gingivoestomatitis herpética, el herpes labial: que es el conocido como grano de fiebre en el labio. También responsable de la queratoconjuntivitis herpética. 

VHH-2:Produce herpes genital, el cual causa vesículas y luego úlceras genitales.

VHH-3: Es el virus de la varicela-zóster (VZV), que produce el herpes zóster (culebrilla o culebrina) y la varicela, una enfermedad muy contagiosa, sobre todo en los niños.

VHH-4: Es el Virus de Epstein-Barr (VEB), que provoca la mononucleosis infecciosa, el linfoma de Burkitt y el carcinoma nasofaríngeo.

VHH-5: Es el citomegalovirus (CMV), que también provoca mononucleosis, retinitis, hepatitis y otras enfermedades infecciosas sobre todo en inmunodeprimidos.

VHH-6: Es el virus de la roseola infantum, exantema súbito de la infancia.

VHH-7: Parecido al VHH-6, pues provoca los mismos síntomas.

VHH-8: Virus del sarcoma de Kaposi, es un Rhadinoviru

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